La creatividad

 

            Llegó septiembre de 2022 y con él un nuevo reto, a mis 42 años empezaba de nuevo una carrera universitaria, "Creación Literaria". Asustada, pero con mucho entusiasmo regresé a Bellas Artes, volví a recorrer los pasillos que tanto me gustaron cuando niña estudiaba ahí. 

            En este primer semestre, tuve la fortuna de tener al profeso Ivy May en la materia de “Creatividad”, en ella abordamos la concepción de la palabra desde distintos enfoques: cine, stand up, documentales y por supuesto, desde la literatura. Hacer ese recorrido tan variopinto supuso comprender los alcances del contexto y su relación con el desarrollo y manifestación de la creatividad desde casos particulares.

Hannah Gadsby, Andy Kaufman, Aaron Swartz, Mijaíl Bulgákov, Reinaldo Arenas fueron algunos de los talentos que conocimos y de los cuales coincidimos que su talento creativo era enorme y con matices personales muy distintos.  

Para empezar a hablar del tema, creo que es necesario definir lo que se entiende por creatividad. Howard Gardner señala que: “en esta época de creciente globalización la creatividad se busca, se cultiva y se elogia” (2005, p. 45). De igual forma expone que la mente creativa supone “ir más allá del conocimiento y las síntesis existentes para plantear nuevas preguntas, proponer nuevas soluciones, dar forma a obras ampliando los géneros existentes o configurar otros nuevos; la creatividad incorpora una o más disciplinas establecidas y requiere un campo informado en el que se pueda emitir juicios acerca de la calidad y la aceptabilidad de la creatividad” (p. 218).

Para mí, la creatividad es la capacidad que tiene el ser humano para imaginar, para generar nuevos proyectos, conceptos e ideas; pensar más allá de lo conocido. De igual forma, veo que a través de la creatividad el ser humano puede transformar algo en una o muchas cosas distintas. Así mismo, creo que no es posible medir la creatividad, y solo alcanza a ser tangible cuando la mente del creador se encamina a realizar acciones basadas en el proceso creativo que se forjó en su mente.

Tomando en consideración el concepto de creatividad y lo analizador en el curso, me llama mucho la atención la pertinencia del contexto en su potenciación y sobre todo, en la elección de cada uno de los artistas para manifestar sus ideas.

Pienso que el mundo entero está gobernado por la creatividad, pero que de igual forma en su estado puro o fuera del control político y social es una herramienta peligrosa para quienes desean aniquilar una forma distinta de pensamiento. Lo anterior queda manifestado en la novela distópica del ruso Zamiatin, en ella nos habla de un Estado Único gobernado por el Bienhechor, régimen que ordena una operación quirúrgica en el cerebro de los Números (Seres humanos) para extirparles la fantasía. Entonces, todos serán felices e iguales (2010).

Apoyando la idea anterior, En “Fahrenheit 451”, Bradbury (2021) nos presenta una sociedad donde los libros están prohibidos, leer es ilegal. Los libros te dan ideas, te hacen pensar e imaginar cosas y, esto no es correcto. Los bomberos lejos de apagar incendios, los provocan para quemar libros y a quienes se interpongan entre ellos y el fuego purificador.

La creatividad como agente que marca diferencias entre los miembros de una sociedad. La creatividad que puede generar el alzamiento de masas y el derrocamiento de regímenes totalitarios. Históricamente son muchos los artistas quienes han visto su obra quemada, prohibida y censurada. La literatura da cuenta de ello, autores como Reinaldo Arenas (Cuba), Federico García Lorca (España), Nicolás Guillén (Cuba), Rafael Alberti (España), Mijaíl Bulgákov (URSS) vieron su obra destinada a la infamia y descrédito. Los regímenes totalitarios tratan de controlar las distintas formas de creación y expresión artística.

Sáenz (2014), afirma que la creatividad requiere un pensamiento libre que no haya sido secuestrado por el hábito cultural y organizativo. Desde mi punto de vista, si esto fuese cierto del todo, los grandes artistas que vieron sometida su vida y su talento jamás hubiesen encontrado medios creativos para evadir la censura, quizá la creatividad requiere además de libertad, intención e interés por crear. Al respecto dice Kósig (en Cevallos, 2016): “Ser creativo una vez es un accidente; serlo todos los días y en medio de la trivialidad de nuestra vida cotidiana, es una hazaña que muy pocos hombres lo logran”.

La creatividad es inherente al ser humano, nace junto con él y es posible afirmar que es el medio que nos permite adaptarnos, solucionar problemas, buscar nuevos caminos y es en efecto, lo que ha permitido a la humanidad avanzar hacia la civilidad. Es tal la importancia de la creatividad en el desarrollo que en el informe sobre el futuro del trabajo del Foro Económico Mundial (2016) señala a esta como la cualidad de liderazgo más importante para el futuro.

Como conclusión, desarrollar la creatividad es tan necesaria como la alfabetización; es quizá la forma menos dolorosa que tiene el ser humano para sobrellevar la adversidad, pensar alternativas y construir un camino con miras a un futuro que se vislumbra incierto.

 

Abril Viridiana García Díaz

 

 

Referencias

1.       Bradbury, R. (2021). Fahrenheit 451. Traducción de Alfredo Crespo López.

Barcelona: Debolsillo.

 

2.       Cevallos, D. (2016). La importancia del pensamiento creativo. Illari, (1), 43–45.

Recuperado de https://revistas.unae.edu.ec/index.php/illari/article/view/213

3.       Gardner, H. (2005). Las cinco mentes del futuro. Ediciones Paidós Ibérica.

4.       Sáenz. M. (2014). Creatividad: El sabor de la singularidad. Recuperado de Creatividad:

El sabor de la singularidad - ORH | Observatorio de Recursos Humanos (observatoriorh.com)

 

5.       World Economic Forum (2016). The Future of Jobs. Disponible en

https://www.3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jofbs.pdf

 

6.       Zamiatin, Yevgueni (2010). Nosotros. Julio Travieso (trad. y pról.). México: Lectorum.