Vigencia de "Las uvas de la ira"

 







“Las uvas de la ira” de John Steinbeck es una de las novelas más importantes del siglo XX, obtuvo el Premio Nacional del Libro en 1939, ganó el Premio Pulitzer en 1940 y fue una de las principales razones por las que a Steinbeck se le otorgó el Premio Nobel en 1962. Sin embargo, también ha sido la novela estadounidense más polémica de esa época, censurada y catalogada de propaganda comunista, algo imperdonable en un país dónde el capitalismo se confunde con religión.

 

Estamos ante el éxodo de una familia de Oklahoma, los Joad, quiénes han dejado su hogar debido a la sequía y a los problemas financieros; ellos se atrevieron a soñar con un lugar de abundancia y plenitud. Llenaron un viejo camión con sus pocas pertenencias y tomaron la Ruta 66 rumbo a la tierra prometida, California.

 

Casi siempre la lectura de obras clásicas nos permite reconectar con períodos históricos que han sido fundamentales para el desarrollo de la sociedad, nos invita a analizar las costumbres de los hombres, sus virtudes y por qué no, sus demonios. De igual forma, podemos encontrar en esas obras paralelismos con la vida actual, reconociendo entre sus páginas situaciones que aún son comunes. La lectura me permitió notar las circunstancias que les expongo a continuación. 

 

“Las uvas de la ira” se presenta como una novela dura, y sí, la Gran Depresión y el “Dust Bowl” suponen una etapa muy difícil, pero seamos honestos, nada de lo que cuenta Steinbeck es diferente a lo que sufren hoy día miles de familias en todo el mundo. Al menos, en América aún vivimos esa realidad. Pobreza, migración, racismo, discriminación, hambre, violencia policial, corrupción… podría seguir enumerando temas, y llegaríamos a la conclusión de que “Las uvas de la ira” sigue proyectando los problemas sociales más apremiantes que tenemos como sociedad.  Steinbeck ilustró perfectamente la lucha del hombre contra un destino que lo supera.

 

De igual forma, la Ruta 66, el camino que muchas familias recorrieron buscando una vida mejor, hoy lo vemos reproducido en los corredores humanitarios de los exiliados por la guerra, las caravanas migrantes que huyen de la miseria originada por décadas de gobiernos corruptos y en las mal llamadas pateras que salen de África rumbo a Europa.

 

¿Existirán hoy familias como los Joad que al llegar a su destino soñado se encuentren con las mismas barreras? Solo basta ver las noticias y escuchar las constantes muestras de racismo y discriminación… “Lárgate a tu país”, “Aquí solo vienes a robar”, “Solo viven de las ayudas”, “Habla inglés”, “Aquí solo se habla español” … ¿Por qué sentir empatía es más fácil cuando quien que sufre es un personaje literario?


Me abruma la historia, tanto la ficticia como la real, me aturde la pasividad de la gente y el desinterés que mostramos… “Pero es que la culpa es de sus gobiernos”, “Deben levantarse y alzar la voz” … ¿Qué voz levantarán cuando la violencia y el hambre les han ganado la batalla y arrebatado todo? ¿De dónde sacan fuerza e ideas si hasta el pensamiento no les pertenece, les ha sido robado?

 

No tengo forma de expresar lo que siento. Solo puedo decir, que estamos ante una obra literaria excepcional: gran desarrollo argumental, personajes bien construidos, problemáticas sociales que siguen cobrando relevancia y, sobre todo, el magnífico trabajo documental que se hace presente en todo momento. Es notable el valor literario y periodístico que posee la obra, aunque yo me quedo con el valor ético y moral que expone, la necesidad de construir una sociedad en donde sea más fuerte el concepto de ayuda mutua y bien común que el del “yo” como centro de toda necesidad.

 

La novela de Steinbeck es impactante, cuenta la historia de un momento histórico particular, pero lamentablemente, las vidas de las personas que tienen que dejar atrás sus hogares, abandonar todo lo conocido y hacerse fuerte en el camino, son historias que se repiten muy a menudo. Hoy, las voces que antaño llamaban “okies” a los que soñaban con una vida mejor, se reproducen con otros términos y el mismo desprecio: “moros”, “frijoleros”, “sudacas” … ignorando que todos tenemos los mismos derechos, que la buena vida no está reservada para quienes nacieron en países desarrollados.

 

“Las uvas de la ira” es un excelente libro, documenta muy bien lo que sucedió hace casi un siglo, pero no olvidemos que los que sufren aún están aquí, migrantes y pobres hay en todos lados. Nosotros decidimos si los ayudamos o bien, nos compadecemos de ellos a través de la lectura de un libro. Espero que la empatía y la caridad no se quede en una lectura y en una simple reseña. 

Comentarios

  1. Fantástica reseña, el libro es maravilloso, yo cuando lo leí, noté la tormenta de arena, pensaba que estaba mojada cuando las lluvias torrenciales…me fascinó el personaje de la madre y el final me terminó de ganar, pero cómo dices lo más importante de este libro no es lo bien que está escrito, es la denuncia social y lo más terrible de todo es que está de plena actualidad.
    Muy buena reflexión Abril, tenemos que hacer algo, personalmente en mi país, intento hacerlo con el voto. En casa somos miembros de ONG que intentan luchar por la desigualdad, intento inculcar valores a mis hijas, pero no sé de forma individual cómo ayudar más.
    En países con tanta corrupción y con tanta pobreza, la realidad por supuesto supera a la ficción, muy triste.
    Al menos habrá que ponerlo en papel y a través de las RRSS alzar la voz.
    Gracias por hacernos reflexionar y repensar en tanta injusticia social 😞
    Soy @librosdeco_ymas, por cierto un desastre con la tecnología y no sabía cambiar lo de anónimo.
    Un besazo y gracias otra vez😍

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    1. Coincido contigo, aquí en casa trabajamos fuerte para mis hijos crezcan con sentido social, entiendan que la forma de cambiar la realidad es haciendo las cosas de la manera correcta y no con atajos, ni pisando a los demás. Estamos viviendo una época muy complicada, todo se está volviendo un caos, la guerra, los precios subiendo cada día más, la falta de empatía... me gusta que la literatura sirva para enfrentarnos a la realidad y que nos permita reflejarnos en ella. Gracias ❣️

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